21 de noviembre de 2009

casa

Ha conservado intacto su paisaje, pero no sabe hasta donde está intacto sin él. Sin titubear se abraza a sus ausencias, esta llena de sombras de su rostro que mira hacia otro lugar con sus ojos de amor que ya no aman. Lo deja con su vida, su trabajo y su entorno. Lo deja sin sus dudas (las de ella); pobres e inmaduras. Bien sabía ella que lo iba a echar de menos, pero no hasta que punto iba a sentirse deshabitada, se repite casi como oración la promesa que el le regaló, y el instante en que la desechó.