26 de julio de 2011

Durante esos viajes nos transformábamos en nómades. En realidad nos movíamos por el tiempo más que por el espacio. Más aún; el espacio quedaba relegado a un segundo plano y pasaba a ser el envoltorio de nuestras burbujas temporales. Esas cápsulas en las que nos refugiábamos de los días que -pensábamos- nos iban a doler.

Tiempos en que no había otra verdad que la de sentir que, contradictoriamente, marcharse era estar en casa. Una casa que, simplemente, cambiaba de habitantes, olor, luces y sonidos en función de dónde nos llevara el tiempo esa vez.

18 de julio de 2011

Si te avientas al abismo, caes; si ingieres veneno te intoxicas; si tocas el fuego a mano desnuda, te quemas; si le pides a un oso que recite Siddharta en tu idioma, no lo hace. Congruencia: no puedes entregar tu corazón a quien no tiene manos para sostenerlo.

La tierra es redonda, la luz del sol tarda 8 minutos y 17 segundos en llegar a la tierra, no podemos lamernos el codo. Si hay congruencia no hay mentiras.