11 de octubre de 2010

Si bajáramos del podio del miedo, tal vez sabríamos lo necesario como para no suturar otra yaga más, si nos atreviéramos a perder quizás hasta podríamos hacer historia. Te sé inteligente, te sé jugador te tácticas, y yo, un cúmulo de emociones en un conglomerado de vida. Los dos estamos buscando nuestro propio pozo, para no ser sapos de pozos ajenos.
Encontrémonos cuando hayas crecido lo suficiente, en unos meses, hoy no. Hoy eres un niño, te tengo que cuidar de la misma forma que te deseo. Lo único que puedo hacer por ti es nutrirte y hablarte. Prometámonos un futuro de sensaciones abiertas, de risas sin sentido, de sexo increíble, de conversaciones interminables, de siestas apacibles y de juegos húmedos de tacto. Ya llegará el tiempo en el que te saque del lugar donde estás. Lentamente, con mucha audacia y prolijidad, sin correr riesgos de ningún tipo. Y justo ahí, en ese preciso momento vamos a ser uno. Dos en un mismo placer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario